Fotografia, Poesía

El lamento requiere entrenamiento

Street Art – Jef Aérosol es el creador de este mural cercano al Museo de Arte Moderno, París.

En la queja
desarrollamos el discurso
y el ajedrez en el tablero.
Te invito:
saquemos los pies del plato
nunca las manos
y en el bolsillo
arruguemos papeles.
Los billetes,
prolijos en la cuenta,
cuidadoso el banco
crecen el interés
y el plazo.
Jornada completa de lamentos,
en otras latitudes
las crisis tienen nombres
propios,
representativos,
alcohólicos:
vodka,
tequila.
Y así
ahogamos las penas,
que se niegan,
flotan como hielos.
Y el deporte
—sí, la queja—
gana otro adepto

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17 comentarios en “El lamento requiere entrenamiento

  1. ¡Las crisis!
    Tantos culpables
    no nos cabrán en las cárceles,
    tanto descerebrado con el cerebro licuado,
    el cráneo de productos financieros rellenado
    ya vaciado,
    ya aire.
    ¡La bilis!

    ¡Tanto mandatario escupitajo!
    ¿Exagero?
    Sí, por lo bajo,
    me quedo corto,
    el alcohol me lo ahorro,
    escribo poco
    y les adjudico el lugar de un cerebro
    dentro del hueso.

    Sin empezar a hablar de los banqueros
    ya siento la hiel en sus labios
    mientras yo, escribiendo,…

    No me dejarías escribir tanto,
    Vero,
    vamos a dejarlo…

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      • No bebo alcohol
        y no quiero beber ese veneno
        pero lo escribo porque lo siento
        y pensar en el causado sufrimiento
        por el caro dinero hurtado
        me causa ardor.

        De cerebro, no de lleno estómago.

        ¡Maldito dinero!
        ¡Dinero maldito!!!

        Tenía que decirlo
        aunque la exclamación sea corta,
        Verónica.

        En Babel, en lugar de las lenguas,
        creo que Dios inventó el dinero.
        ¡Qué mejor idea que prohibir la usura!
        Es como darte una manzana y decirte ¡No comas de ella!
        Que solo hay una.

        Tampoco tengo duda,
        no disfrutan como yo de las palabras
        o tendrían suficiente con usarlas.
        En todas las lenguas.

        Habrás de perdonarme
        pero es que este país de mafias
        me sangra.

        Para que me disculpes he de terminar abrazándote.

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  2. O lamento é também por aqui o desporto nacional, atirar as culpas para os outros também não lhe fica atrás, por isso não gosto do fado e do que ele representa, o lamento e a resignação – raramente surgindo a libertação e a redenção.

    Tentei traduzir o teu poema que soa tão bem com as tuas palavras, não fiquei totalmente satisfeito com a música daquelas que escolhi, de qualquer forma aqui está:

    O lamento requere treino

    Na queixa
    desenvolvemos o discurso
    e o xadrez no tabuleiro.
    Convido-te:
    tiremos os pés do prato
    nunca as mãos
    e no bolso
    amarrotemos papéis.
    As notas,
    prolixas na conta,
    cuidadoso o banco
    crescem o juro e o prazo.
    Jornada completa de lamentos,
    em outras latitudes
    as crises têm nomes
    próprios,
    representativos,
    alcoólicos:
    vodca,
    tequila.
    E assim
    afogamos as mágoas,
    que se recusam,
    flutuam como gelo.
    E o desporto
    – sim, a queixa –
    ganha outro adepto.

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  3. Pingback: O lamento requere treino | En Humor Arte

Instilados de humor. Grageas de optimismo.