Testigos.
Uds. serán
—lo sé—
un poco, todo.
Encierran en sus cuerpos
mis confines.
Abarcan mi fulgor,
mi sed,
mis ansias,
mi pobre clamor,
mi desamparo;
mis días
—póstumos o no—,
mis infinitos,
mis claves,
mi música,
mi piano.
Uds. serán
crepúsculo y distancia
en mis tardes confusas,
anchas, largas;
en mis caminos
resueltos
como espasmos,
perdidos como laberintos,
inasibles como horizonte.
Uds. serán
—son, fueron—
testigos
de los días
en los que me atrevo
y,
las más de las veces,
ignorarán
los días
en que no.