Marabunta de fuegos encendidos
y más.
Al fondo un cuadrado
repleto de subterfugios.
La raíz mordida
y el cuadrante,
un astrolabio hincado en tierra,
cosa más triste no pudo haber
que este ciego
y trashumante
diálogo repetido.
Discurre mi petulante navío
por anchos mares
de Ud. embravecidos
Río humedales.