Regresé.
Como en toda recaída,
con fecha de vencimiento.
Regresé.
Como en toda recaída,
con fecha de vencimiento.
Sombra de vos
Árbol:
Sabrás bien
estas palabras
que te nombran.
Condolencias
En un principio fue mi incertidumbre.
Luego,
un cadáver exquisito.
La cortina meciéndose, el deterioro del muro,y las fotografías en blanco y negro: no hay mejores imágenes para describir la desolación cuando todo te nombra.
» – Soñé que él estaba soñando conmigo – dijo, y mi cara de asombro la confundió – ¿Qué quieres? A veces, entre tantos sueños, se nos cuela uno que no tiene nada que ver con la vida real.» (Me alquilo para soñar, gema de Doce cuentos peregrinos, Gabriel García Márquez)
Promediaba la lectura de Los que viven por sus manos, novela de la escritora platense Martha Mercader, cuando dos de sus protagonistas atravesados por el amor, se escribían y dedicaban poesías. Me dejé llevar e intenté imitar – plagiar – homenajear el estilo. Les escatimo la fuente de inspiración para dejarlos con mi:
(Escrito exactamente el 12/06/1990)