Fotografia, Poesía

Polen en diáspora

Fledglings – Foto: Feggy Art bajo una licencia CC BY-NC-ND 2.0

Tan proscriptos
como interdictos,
mis versos prostituidos
condenados,
maliciosamente negados,
tristemente desconocidos
se ignoran.

En los andurriales
redoblan las apuestas clandestinas.
Brotan en los márgenes.
Se abren paso como jóvenes,
mis versos bandera,
trinchera,
barricada.

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43 comentarios en “Polen en diáspora

  1. En eso ando, a buscarte,
    escapado de los asiduos caminos
    del arte prostituido,
    en eso ando, a leerte en estos andurriales
    en donde no se compra el arte,
    se lee porque lo has escrito.

    Iré allí, a donde escapares.
    ¡Prometido!

    Prostituimos distinto
    pero los dos escribimos
    con corazón que late.

    Gallegos, vascos, somos diáspora.
    ¡Tan bien acogida en tu casa!

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  2. etarrago dijo:

    Negados, clandestinos, desconocidos, ignorados … palabras que pueden crear muchas y muchas frases.
    FELIZ AÑO NUEVO, Verónica y, ah, no te canses de escribir nunca.

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  3. (…) y encuentro más que hermoso que sea así; un caudal inmenso de contenido que anida dentro de tu río de versos.
    En ocasiones tenemos que reconocer y agradecer el que podamos mecernos disponiendo de los néctares que nos ofrece el raciocinio, y, otras, entristecernos ante las barbaries provocadas cuando aparece nefastamente utilizada nuestra ¿inteligencia?.

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    • ¿Inteligencia? Dices y dudas. Permitámonos la sensibilidad de nuestros hermanos, las bestias. Creo que mejor futuro tendríamos a su lado. Pero bueno, aquí estamos, poniendo palabras al hombro y moviendo el mundo.

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  4. madamebovary dijo:

    ¿Y qué verso no está fuera de la ley? Tu poesía no es de barrio alto y tampoco de atrinchera. Me gusta cuando exhibe su descaro, no tanto por linda sino por osada, por exprimir las palabras hasta dejarlas en el hollejo.

    Besos que vuelan como los vilanos pero con rumbo cierto.

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  5. Me gustan los márgenes, es donde mejor suelo pensar. Que tus versos también aparezcan por allí hace que los sienta más cercanos. Que se abran paso como jóvenes (los imagino impetuosos, felices, imparables y hasta un poco inconscientes), ya es un motivo de envidia.

    Besos mil.

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    • Los márgenes me seducen del mimo modo que no contuvieron la demostración de Fermat y bien que nos tuvo entretenidos, el susodicho.
      A veces me permito la inconsciencia y la caída (o no, que es optativa).
      Abrazos desde la temporada de calor.

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    • Y qué bien que regreses y releas. Me pasa también que con el transcurso del tiempo logro establecer una cierta distancia con lo que escribo. Puedo leer despojada y crítica pero a veces también, maravillada.
      Un abrazo.

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Instilados de humor. Grageas de optimismo.