El mundo es diminuto.
El mundo es un aula
inclasificable,
infinita,
caótica.
Sin embargo
me condicionas.
Me pides clasificaciones innecesarias,
tan superfluas como mis mañanas.
Rebusco categorías
y dispongo los estantes.
Ordeno sin pausas.
Están los escapados del manicomio
y quienes gozan el ejercicio impar de su locura;
los maduros y los púberes.
Quienes fuman, quienes no
y quienes extrañamos hasta la última calada.
Quienes usamos gafas, quienes tendrían que llevarlas
y quienes ven con el alma
Los que se animan, los que ensayan
y los prudentes.
Los rectos y las hipérbolas.
Los reales, los imaginarios y los complejos
¡todos ellos tan números!
Encuentro poéticos y polizones,
Policías y ladrones.
Y estamos los que obedecemos
y también quienes nos rebelamos.
Y exclamamos susurrando,
tímidos y afónicos
no somos parte de tus divisiones.
Excelente la combinación de imagen, título y poema. Sutil.
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Resultó un ejercicio compacto e impuesto. Funciono a presión (y bajo…). 😉
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stupenda veronica
bacio
marcello
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¡Gracias, Marcello!
Un abrazo. 🙂
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a te veronica……
marcello
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Sólo somos parte de aquello que deseamos.
Besetes, Vero, desde un susurro cariñoso…
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Muy cierto, María. Esta acotación no contradice tu idea: ‘Hay que conocer las reglas; para saber cuándo quebrantarlas’
Un abrazo gigante.
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… hay también los que únicamente viven de y por la «caspa de ATAHUALPA» y de todo lo que degenera. 😦
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Hay de todo bajo este cielo. Somos un universo superpoblado y variado.
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Muy bello, muy real. Al clasificar, ya únicamente vemos lo que pone en la etiqueta, dejamos de ver la realidad.
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¡Exacto! Clasificar es una manera de ‘ordenar’ el mundo que, a la vez, lo reduce.
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Y, a veces, somos tan un poco de todo eso que la mezcla resultante no hay estante que pueda soportarla ni matemática capaz de definirla 😉
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Somos una curiosa mezcla de escasos ingredientes que devuelve resultados ¡únicos! 😉
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No somos parte de SUS divisiones y estoy de tu parte 🙂
A mí me encanta clasificar (sin etiquetar) para entender
Y con TUS divisiones entiendo mejor, te corroboro
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Te abrazo en la coincidencia de sabernos ‘no encasillados’ aunque sí clasificados. 😀
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Precioso
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Sintético sonrojo. 🙂
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El orden de las cosas… me recordaste al libro de Foucault. Genial poema, Vero.
Abrazos, Aquileana 😀
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¡Eso mismo! Mis lecturas se perdían por allí y resurgían por aquí. 😀
Un beso cartero que adeuda misiva 🙂
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Verónica, cada vez que leo un poema tuyo, corto o largo, risueño o serio, me digo lo mismo -te digo lo mismo- ¡qué gran poeta! Es un lujo que compartas con nosotros tu arte.
Un abrazo muy fuerte, ya cerca de la medianoche en estos lares.
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Gracias, Isabel. Por todo. Por las palabras y por el cariño que ellas encierran.
Un beso que despide nuestro verano para hacerse primavera en tu hemisferio.
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Genial ! No dejes de escribir 😉
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🙂 ¡Gracias por arrimar esa cuota de aliento que derrota mi cansancio!
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muy cierto tu poema, Veronica
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Ohhh Leyla … Besos 🙂 .star:
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Uy, tocas bellamente un tema enorme: la cuadratura de quien quiere que el mundo se ajuste a sus categorías. Me haces recordar lo que dice una querida amiga, jugando: «¿Sabes por qué la luna no entra por la ventana? Porque la luna es redonda y la ventana, cuadrada».
Un abrazo que no deja de celebrar tus letras, querida
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Bueno… podríamos formar un club: ‘enemistados con la improbable cuadratura del círculo’ (¡Qué bello lo dice tu amiga! Entiendo por que son amigas.)
Un abrazo que celebra tu presencia.
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Ya estás: te nombro presidenta del mismo. Y tu poema será el himno del club.
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superpotente. Genial Verónica!
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Gracias. La verdad es que lo leo y lo siento ‘redondo’. No siempre tengo esa sensación. O abandono la autocrítica o la re-lectura. 😉
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Pues deberías tenerla más a menudo. Tus poemas se lo merecen.
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Permíteme que exclame un ¡¡¡JODER!!!, que requetebuenísimo te quedo éste.
un abrazo marche ya mismo y arribe en ti.
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Recibo abrazo que retribuyo con timidez complacida.
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«Quienes usamos gafas, quienes tendrían que llevarlas y quienes ven con el alma». Me encantó, me identifiqué con gran parte de este contenido. Qué bueno leerse uno con nuevas palabras, nuevos hilos para tejer un nuevo entramado.
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‘Nos’ leemos para descubrirnos, para reafirmarnos, ¡para sorprendernos! Y me gusta que te reconozcas en lo humano de estas letras. ¡Bienvenida!
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El mismo día que tú publicaste este precioso poema yo dije lo mismo en mi blog, salvo que no recuerdo qué fue lo que había tomado o fumado un rato antes y parece que nadie lo entendió. La eterna búsqueda de clasificaciones es ridícula y me atrevería a decir (corriendo el riesgo de parecer pedante, lo cual no es mi intención) que esa costumbre se debe, sobre todo, a pereza intelectual.
Felicitaciones por unas letras perfectas.
Cariños.
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¿Estaremos unidos por aquel llamado hilo rojo? Nos seguimos los pasos y tal vez el amor por JL Borges nos dé motivos. Su mano y su ironía me han llevado por esos derroteros de crítica. Comprobé lo inútil de las generalizaciones.
Un abrazo que sigue (desde el país) tus pasos viajeros.
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Te faltó un mundo lleno que son ellos y ellas.
Te faltó que eres poeta.
Pero quizás escribías de otra cosa,
quizás clasificabas de alguna moda,
claro que le hablabas a otra persona de alguna otra forma.
A mí con leerte me llega, nunca me sobra.
Cada uno a lo suyo.
A mí clasifícame con los que disfrutan con tu obra,
que yo te disfruto.
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Tal vez lo que falta está por venir y por eso el futuro lleva ese nombre.
A ti te abrazo y clasifico entre los amigos, buen hombre de letras.
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