La cerilla se apaga.
Ella
―tersa,
inmóvil,
monocroma―
se consume.
Ella se consume.
La cerilla
―marchita madera,
cabeza de azufre,
fuego estrujado―
se apaga.
La Vida,
―esa cerilla―
se apaga
si consumida
te entregas
―Vos, como Ella―
incolora.
Por suerte tu eres un inmenso falo… quise decir faro. Que ilumina con sus versos y continúa firme, dando esperanza a los navegantes.
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😀 😀 😀 ¡Cuidado! En ocasiones soy un faro sin brújula. Los navegantes no se estrellan pero quién sabe dónde acaban. 😉
Un abrazo, Josep.
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¡Ah! Dulce destino….
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Impresionante semejante disparidad.
Un abrazo, Vero.
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Una disparidad sin colores es más intensa, más dolorosa. Tan diferentes, tan iguales.
Un beso gigante, Gemis.
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Todo pasa menos el verso, se queda (Versos cortos pero un poema profundo). Cordialmente un saludo.
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Quizás quedan algunas cosas más. Pero si queda el verso…
Saludos.
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¿Puedo pedirme ser el humo de la cerilla? Es que el tema de volar, me gusta mucho. XD
Lindo poema tocaya 😉
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Puedes pedirte lo que quieras. 😉 Y volar, volar… 😀
Besos, mi tocaya colorida. 🙂
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Agridulce. Muy bueno.
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Estupenda entrada. Te mereces un premio. ¡Enhorabuena! https://josesala.wordpress.com/2015/02/11/nominacion-premio-very-inspiring-blogger-version-blanco-y-negro/
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José… gracias… por el premio y por la constancia de la lectura y los comentarios. 🙂
Un abrazo.
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Abrazo, Verónica, tú lo vales 😀
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me encanta sus tres formas, un abrazo Veronica
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Hay para todos los gustos. 😉 Bueno, no en realidad. Hay para tres gustos y te han gustado todos. ¡Gracias! Un beso, Leyla. 🙂
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Hermoso poema Verónica. Me ha encantado leerte, siempre lo hago. Besos, Julie
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¡Gracias, Julie! Sabes que también te leo, aunque lo hacía en silencio por esas inexplicables cuestiones de timidez.
Besos. 🙂
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Conmigo, deja la timidez a un lado, y no sólo me digas cuando te guste algo, también cuando no te guste. Amo la crítica constructiva, más, mucho más que la otra. Un beso.
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Original y bello. Un deleite, Verónica.
Abrazos y felices días.
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Isabel, el deleite es que me leas, que regreses por aquí; ya sabes, tu casa.
Besos de buenos y felices días.
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Tu poesía me tiene atrapada, Verónica. Así que cuando no me veas por aquí, por tu «casa» es porque estoy desaparecida o me hacen desaparecer. Como sucederá en estos días.
Muchas gracias y besos también para ti.
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Me gusta. Me imagino el fuego estrujado. Saludos.
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Encuentro el fuego estrujado en muchas de tus fotografías. Estoy indecisa en la selección. Tu calidad me dificulta la tarea. 🙂
Un abrazo.
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Precioso, Verónica. Me entrego por completo a este poema y me voy con un gran sabor de boca. Gracias por compartirlo.
Besos de miércoles a la carrera.
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Así vivimos Javi, a pura carrera. Gracias por detenerte sobre esos versos. 😉
Un abrazo que se toma su tiempo.
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Mmmh que cerilla, y que vida, más inquieta.
Abrazos bella!
Hope
http://www.infinity-hope.com
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Un abrazo desde la calma.
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La cerilla tiene una vida deslumbrante y efímera. Una explosión siseante y luminosa que acaba languideciendo en un rabito de madera o papel encerado; si pretendes acabarla te quema los dedos. La Vida, Ella y Poesía pueden ser cerillas esperando ser rascadas una por una hasta que se acabe la caja -en las malas películas de terror, la que se enciende siempre es la última-. Marchar a ciegas con la lumbre, el calor y el fulgor de luces interiores; las cerillas, para un por si acaso. Un beso inflamado por el fuego de los dioses.
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Seré (prefiero ser) luz que alumbra, fuego que guarece y espanta temores, Vida y Poesía antes que cerilla consumida velozmente. Ya aprendimos a no deslumbrarnos por los brillos tramposos y efímeros. Ya aprendimos a no deslumbrarnos. Besos de ascuas y rescoldos.
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Me encanta pero me duele por la tristeza q me transmite
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Y no incurres en ninguna contradicción al afirmarlo.
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Que textos tan bellos los tuyos. En verdad. No suelo leer poesía – sobre todo porque mucha de ella simplemente no tiene ni el ritmo ni los temas que me gustan -, pero la tuya sí, y me encanta.
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Gracias Daniel, especialmente porque la porción que me toca me favorece. Espero verte seguido por aquí, entonces. 🙂
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Cerilla fugaz, eso es la vida… Un centelleo apenas, en la cronología de la Humanidad un microsegundo. Muy bueno, V, querida. Un beso grande, Aquileana 🙂
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Somos el chasquido de dedos de algún dios, unos importantes efímeros.
Un gran abrazo, querida A. ⭐
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Somos cerillas que oscilan entre la chispa fulgurante y el estertor apenas luminoso. Y nos vamos consumiendo casi sin querer; en este camino existen seres que tienen el don de hacerlo poesía, como tu persona.
Un abrazo de domingo, en un rato escucharé a Cesaria por tu inspiración, Vero.
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Gracias. Ese cúmulo de elogios me hace sonrojar, Bella.
Un abrazo musical.
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Cerilla
Sencillo
Un apagón
Como roce del algodón
Y azufre sabor
Sencillo
Cerilla,
Madera
Consumida
De la vida.
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¡Estupendo! ¿Por qué será que asociamos la cerilla que se consume con la vida? Llevo en mí esa imagen ligada.
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