Recién lo advierto.
Me niego,
sin embargo,
a la evidencia
que condena
tu estulticia en otras manos.
No sé
si es piedad
o desconcierto.
El recto verso,
el retroceso
que lleva el ímpetu
hacia la cima
luego rueda,
desbarranca
y enmudece.
Y me hace,
y me vuelve
estrepitosamente buena
para la queja,
para el hartazgo,
para este silencio literal.
Mutismo de cartas.
En hermosas palabras expones que te quejas,
que hablen las cartas y nos lo vuelves a contar en letras.
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Es una queja, un lamento y también la asunción de un hartazgo, Lisardo. Y las cartas callan… tanto como las guitarras.
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Lamentos, siempre tristes, siempre necesarios, Verónica. Feliz viernes la nuit
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Pasada la velada de viernes la nuit me presento con un beso en los labios para dejar en tu mejilla, Enrique. No ahorro lamentos ni su contracara feliz.
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Gracias, Verónica, dejo mi mejilla en silencio … esperando.
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Vuelan estas por correo urgente.
Con besos leterales.
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Literales, besos literales; lo de *leterales parecería un italianismo demasiado rebuscado e inexistente; y no, mis dedos, que se confunden. Será porque quedaron deslumbrados con tu poema.
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Leterales viene a cuenta del tema. Y ha sido un desliz oportuno. Una excusa para que tus dedos bailen sobre el teclado y esta entrada te retenga. Las has hermoseado con las interpretaciones.
Besos de búsqueda y diccionario.
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Mutismo de cartas pero no de versos.
¡Grande Verónica!
Besos.
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Estaba en estado de gracia y de sublimar la bronca, Gema. Y aquí están los resultados.
Besos de sábado.
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Me gustan tus poemas, me gusta el ritmo con el que hilas los versos, me gusta lo que dices porque me llega.
Gracias Verónica.
Un abrazo muy fuerte.
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Me gusta que te guste y más todavía me gusta porque me lo dices. Y porque cuando lo haces me llega tu infinita dulzura y tu cariño.
Un abrazo apretado, Isabel.
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Uf, eres buena para mucho más. Eres un todo.Un beso.
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A mi alrededor suelen decir – en lugar de tu elogioso «Eres un todo» – «Sos un caso» y el tono que acompaña la afirmación no es de los mejores. 😉 Elevas mi autoestima a niveles siderales. 😉
Besos, Josep.
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Hay que reconocer que con la pérdida casi total de correo postal, se ha perdido una forma de expresión poética romántica que llevaba a los enamorados a estar pendientes del correo con ansiedad cuando estaban separados el uno del otro. Muy bonito tu poema Verónica. Saludos.
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Las formas van cambiando. Lo que me apena es que parece que el medio (o las formas) también modifican los contenidos y los modos. La ansiedad trasciende todos los vectores y, hoy por hoy, abarca todos los tópicos. Antes se reservaban ansiedad y suspiros para cuestiones más importantes: ¡Ay los enamorados distantes y sus misivas!
Saludos, Antonio.
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Palabras que son como una rueda que nace del grito interno…
Como un reloj tic, tac, tic, tac…
Como la vida… 😉
Una imagen muy bonita Vero
Saludicos 😉
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Ayer tuve un instante de bronca y un día de lucidez. Esta poesía es queja.Tic tac de reloj o de bomba. Escribirla fue una forma de desactivarla. 🙂
Y mientras lo hacía visité una página de facebook, una Ruka de Colores y disfruté antiguas ilustraciones. (Y me llevé una de una lechuza porque amo las lechuzas y amé la frase)
Besos sonrientes Vero tocaya mía.
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Cartas que vienen y van… (¡que programa ese, aún lo añoro)
Y bueh, las cartas nunca fueron lo mío así que ignoro que debían significar para sus autores y destinatarios,y las cartas que llegan en la actualidad a la gente son siempre facturas y propagandas.
Hay quien dice que el medio es el mensaje y que los libros de papel son mejores porque tienen aroma. No lo creo. Más bien pienso que los medios cambian pero la gente se dice más o menos lo mismo (a veces, espantosamente lo mismo, pura repetición), ya sea por carta, por mail, por whatsapp, por twitter o etc…
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Pensé en carta como contenido y no como continente. Aunque puedo decir que domino (si se me permite la arbitraria liberalidad) todos los soportes: desde la manuscrita en papel liviano, hasta los más electrónicos mails, pasando por los mensajes privados de facebook, los mensajes directos de twitter, chats diversos (con el viejo ICQ a la cabeza), whatsapp y lo que el futuro nos traiga.
Lo que destaco es el mensaje y la importancia de decir lo que hay que decir (cuando hay «algo» para decir, ni rutina ni costumbre) y de hacer mutis por el foro cuando …
Un beso.
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y me vuelve
estrepitosamente buena
para la queja,
para el hartazgo,
para este silencio literal.
Elocuentes versos, no hablan desde su sonoridad acústica, sino desde el silencio de lo que por callar, dicen
Besos Vero ❤ Aquileana 😀
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Y como bien lo marca mi querida A. el mensaje se lee desde lo que dice y a través de lo que calla. ¿O al revés? 😉
Lo mágico de las interpretaciones es que, en realidad, se trata de una carta que no envío (y tampoco escribo) y no de una que no recibo.
Besos, A. ⭐
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