Mermelada de ciruelas.

Ingredientes:

• 1 kg de ciruelas rojas
• ¾ kg de azúcar
• 1 litro de agua
• Paciencia, tiempo, esmero y el ingrediente secreto: amor

Preparación:

Precuela – Compre la fruta, a la sazón, en temporada (estival, para no tener inconvenientes de hemisferios) y cerca del horario de cierre comercial. ¿Por qué? Pues valga la reiteración – con otro significado – la queremos sazonada. ¿Por qué ciruelas rojas? Porque esta variedad es más ácida que las otras y ácido, como se verá, es algo que necesitamos.

1 – Lave las ciruelas. Mientras el agua corre (¡no derroche!) retire la piel y los carozos depositando la pulpa – deshaga la fruta con las manos – en el recipiente que colocará en el fuego.

2 –  Agregue agua (cantidad proporcional al peso de la fruta) y azúcar.

3 – Agregue tres o cuatro cáscaras (pieles) y tres carozos (huesos). Ambos proveerán la pectina [1] necesaria para que la mermelada espese y alcance su consistencia.

[1] ¿Qué corno es la pectina? Es un gelificante natural presente en las paredes celulares de las plantas con picos de concentración en las pieles de las frutas. Soluble en agua,  se une con el azúcar y los ácidos de la fruta (aquí es cuando recordamos por qué elegimos la variedad que elegimos) para formar un gel. Su presencia permite disminuir tanto los tiempos de cocción como la cantidad de azúcar a utilizar.

4 – Cocine a fuego lento, en olla sin tapar, revolviendo periódicamente con cuchara de madera.

Recomiendo tomarlo con calma. Mucha. El agua demorará en evaporarse. El secreto de esta, mi receta (hay otras pululando en internet), radica en el proceso alquímico de la cocción por efecto del fuego. Hay que dejarlo actuar, enfriar y arremeter de nuevo.

5 – ¡A punto de caramelo! Para comprobar que el puré de fruta llegó a su punto, sacar una cucharada, poner sobre un plato, si al hendirla con un cuchillo demora en unirse (no se junta rápidamente como un líquido) ya podemos llamarla mermelada.

6 – Dejar enfriar y envasar.

Mermelada de Ciruelas – Modelo terminado